Replanteamos el contenido estético del paisaje para que la historia que se desarrolla en el se transforme.
Al inicio del proyecto tuvimos un objetivo concreto, específico, delimitado, vimos vacias las paredes de nuestro barrio y nuestra meta era saciar la sed de expresión y color en las paredes del entorno, de nueva colombia, el barrio específico en el cual pensamos que sería necesario una transformación visual, como respuesta a esta necesidad no hubo mejor remedio que el arte urbano, aunque a la vez mientras el proyecto fue desarrollándose, otras iniciativas de intervención territorial tomaron fuerza, como los cultivos urbanos, y la restauración de la cuenca de la quebrada, museo libre aportó el arte.
En la otra cara de la moneda, fuimos concientes de que intervenir pictóricamente el territorio acarrearía una serie de consecuencias directamente sobre los habitantes del sector, en su manera de percibir el barrio, de identificarse en el, fuimos concientes de esto por otros procesos en otras ciudades latinoamericanas que evidenciaban a través de sus experiencias la posibilidad de regenerar el tejido social, el imaginario y la memoria de diversas comunidades, lo vimos en Toribío, en Valparaiso, en Bogotá, y queríamos verlo en el barrio también, descentralizando esa tendencia de que todo pasa en la urbe y los suburbios se atrasan, y en ese proceso descubrimos una cantidad inmensa de artistas y gestores de descentralización.
Este año, a puertas de la tercera edición de museo libre lo único que ha cambiado es la sed, no solo tenemos más sed, sino que se han unido la gana de mucha gente, la sed de todxs, asi hemos traspasado los límites barriales para empezar a pensar a nivel de localidad, visionando en corto plazo alcances distritales, y esque esto pudiera ser “secillamente” tejer una red entre todas las personas que gestionan por su territorio, y así unidos generar una conciencia masiva, de identidad y apropiación, ya que el territorio no es solamente el pedazo de mapa que nos sostiene sino la cultura y experiencia que habita la comunidad en ese mapa.
En la primera edición de esta iniciativa, en el año 2013 – luego de un año de investigación y diseño- pudimos intervenir el barrio con prácticas nunca vistas en tal contexto, logrando nuestro objetivo inicial, al entregar al espacio público 10 murales que fueron el inicio de un nuevo imaginario de las calles en el barrio, además las personas habitantes terminaron involucradas donando pintura y alimentos para avance del proyecto, donaron paredes de sus casas y se convirtieron en los primeros espectadores del naciente museo.
Gracias a estos resultados, se conformó un equipo específico de gestión y logística para desarrollar el proyecto, logrando en la segunda edición, crecer el proyecto a más del doble convocando y organizando más de 40 artistas y dejando para la colección del museo alrededor de 50 piezas nuevas, impactando además de nueva colombia y vista hermosa, que fueron el objetivo inicial, a barrios como manitas, nutivara y villa gloria.
Estamos sorprendidos de el crecimiento agigantado de esta iniciativa, pero a la vez trabajando porque no se limite sino que crezca siempre más, queremos ser un foco de creación, pero también motivar otros territorios a que continuen fluyendo en este movimiento artístico de la calle, tan efectivo método de apropiación e identidad.
Esperamos este año en la tercera edición de museo libre la asistencia de muchas personas artistas interesadas en compartir una parte de su trabajo en las comunidades de la zona, para continuar expandiendo en cantidad y calidad la oportunidad de que las nuevas generaciones crezcan en entornos más amables y coloridos, de tejer nuevas relaciones entre la ciudadanía y su territorio en sí.
Sur.Vano
2015